Fraude y robo de identidad en la Red
The New York Times. Especial para Clarín
Abraham Abdallah apenas necesitó papel de carta, un par de sellos empresarios, una copia de un artículo de la revista Forbes sobre las 400 personas más ricas de los Estados Unidos y una computadora en una biblioteca para acceder a las cuentas de muchos famosos y robarles, se dice, varios millones de dólares.
Abdallah —31 años, residente de Brooklyn, desertor de la escuela secundaria y ayudante de cocina de un restaurante de Nueva York— está acusado de lo que la policía neoyorquina considera "el esquema de robo de identidad más ambicioso que alguna vez se haya visto". A punto tal, que la policía todavía sigue rastreando el complejo recorrido electrónico realizado por Abdallah para poder determinar la real magnitud del robo.
Entre sus víctimas se encuentran figuras como Steven Spielberg, Ted Turner, el cineasta George Lucas, el cofundador de Microsoft, Paul Allen, el principal ejecutivo de la Walt Disney Corporation, Michael Eisner, la conductora televisiva Oprah Winfrey y el gurú de la economía George Soros.
Según fuentes cercanas a la investigación, Abdallah utilizó las computadoras de la sede de Brooklyn Heights de la Biblioteca Pública de Brooklyn y teléfonos celulares con acceso a Internet, durante un período de seis meses, para acceder a datos sobre tarjetas de crédito, cuentas bancarias, direcciones particulares y fechas de nacimiento de 217 personas cuyo nombre aparecía en la lista de Forbes.
La policía dijo que el hacker obtuvo alrededor de 20.000 tarjetas de crédito, utilizando nombres robados de los clientes de Zaytoons, el restaurante donde trabajaba. Según documentos judiciales, Abdallah utilizó las tarjetas para comprar 100.000 dólares en equipos informáticos y monedas de oro.
El plan de Abdallah fue descubierto en diciembre, cuando una solicitud vía e-mail para transferir a Australia 10 millones de dólares de una cuenta en Merrill Lynch perteneciente a Thomas Siebel, fundador de la compañía de software Siebel Systems, encendió luces de alarma entre los encargados de seguridad de la firma. De inmediato, rastrearon la transacción y llegaron a dos direcciones electrónicas de Yahoo asociadas a las cuentas de otros cinco clientes adinerados. Posteriormente, otras financieras y bancos, entre ellos Bear Stearns y Goldman Sachs, encontraron cuentas vinculadas a esas direcciones de e-mail.
El intrincado plan de Abdallah hace pensar que su mentor no era un improvisado. De hecho, el hombre ya había sido acusado de fraude y alguna vez había colaborado, incluso, en la filmación de un video sobre prevención del delito después de ser arrestado bajo cargos de fraude con tarjetas de crédito.
En esta oportunidad, había aceptado aparecer ante la cámara como un criminal reformado, habló de lo fácil que era cometer fraudes, y prometió no volver a hacerlo nunca más.
Pero Abdallah no cumplió con su promesa. Ahora, lo acusaron de posesión criminal de dispositivos falsos, robo de propiedad y planificación de defalco, y le impusieron una fianza de un millón de dólares.
Abdallah —que fue detenido cuando bajaba de un auto Volvo modelo 2000— negó la acusación policial. El abogado defensor Sam Gregory dijo que Abdallah es inocente y acusó a los fiscales de "pasar injustamente de posesión de información a una inferencia de que hubo un intento de sustracción de dinero". Sin embargo, su caso llegó este mes a la Corte Suprema de Nueva York, y pasó luego al ámbito federal.
La policía se mostró preocupada por el plan y por la posibilidad de que alguien pueda estar tan cerca de robar dinero de cuentas personales en entidades financieras de Wall Street.
Los expertos encuentran una explicación a este caso: para ellos, es un claro ejemplo de cómo el acceso a datos privados a través de Internet convirtió el fraude de identidad en uno de los delitos de guante blanco de más rápido crecimiento.”
Clarín.com»Edición Jueves 22.03.2001»Sociedad»Fraude y robo de identidad en la Red
extraído de: http://www.clarin.com/diario/2001/03/22/s-04301.htm
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